sábado, 13 de febrero de 2010

Una sorpresa en el buzón:

Llevaba con dos notificaciones de carta certificada en casa desde hacía una semana... seguro que son dos multas pensé. Por fin, de camino al taller con mayores en San Pedro de Latarce, me decidí a pasar a recogerlas. Una, efectivamente era una pequeña multa, pero ¡oh! sorpresa... ¡la otra era un libro de poesía!
Enrique Cordero Seva habla poco y toma café solo a media mañana, trabaja como adiestrador de duendes y domador de lobos feroces en Alcalá de Henares. Ganó un premio de poesía y se acordó de nosotras... Hemos recibimos su regalo con sorpresa y emoción. Inmediatamente después de salir de la oficina de correos, entré en un bar y pedí un café solo a su salud mientras leía su Carta de amor de una rana que fue reina... tan apropiado.
Esta mañana lo hemos compartido con los amigos de Rayela, y a más de uno las palabras le han hecho cosquillas, han brotado las risas y las sonrisas.
Reproducimos la carta de amor que va dentro de, a ver si os gusta:

Carta de amor de una rana que fue reina
Querido Pavo irreal:
Deseo, espero y anhelo
que al llegarte esta postal
no hayas emprendido el vuelo
hacia la vida real.
Si te sirve de consuelo,
te diré pavo querido,
que el und de un ser mortal
es mortalemente aburrido, y que el reino universal
de la eterna fantasía
en que vives cada día
es mucho más divertido.
Yo una vez tuve existencia
en el mundo verdadero.
Yo fui toda una eminencia:
gobernaba el mundo entero...
Pero una bruja malvada
que sabe de encantamientos
me ha enviado desterrada
a este mundo de los cuentos,
el teatro y la poesía,
no sabes qué alegría
me da ser rana encantada
y vivir sin más tormentos.
Pavo mío, si quisieras,
tú podrías ser mi rey:
vviríamos sin ley
en un mundo sin fronteras,
en un mundo imaginario,
de ilusión y de locura;
gritaríamos a diario:
¡VIVA LA LITERATURA!
Lo que Noé no se llevó, Enrique Cordero Seva
Muchas gracias Enrique.

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