Después de la segunda
sesión con los profesores del IES Recesvinto, donde comprobamos que la buen literatura deja huella, anoche dormimos regular.
Siguiendo los pasos del ritual de antes de dormir, habíamos dejado la mochila cargada con una selección de nuestros libros preferidos, la ropa dobladita encima de la silla, el almuerzo preparado en la cocina... pero no podíamos dejar de pensar ¿Cómo nos recibirán los chavalines del Barrio España?, ¿les gustarán nuestras historias?, ¿querrán reunirse con nosotras todas las semanas en la biblioteca de su cole?... Aisss, definitivamente, estabamos nerviosas por nuestro primer día en el CEIP Miguel Íscar.
Así que hoy ha costado menos madrugar, teníamos muchas ganas de verles las caras y escuchar sus voces.
Tras reunirnos con sus profesoras y muchas semanas de planear las citas semanales que han comenzado hoy, por fin ha llegado el momento.
Los primeros han sido los niños y las niñas de infantil: pequeños, inquietos y ávidos de poesía. Lo que más les ha gustado, el libro
Un, dos, tres ¿qué ves?, de Nadia Budde acertadamente editado por Faktoría K, la hermana de Kalandraka. Así que el próximo día no faltará en la mochila alguno de los libros de la colección
De la cuna a la luna.
Justo antes de almorzar, ha pasado por la biblioteca el alumnado del 1º ciclo de primaria que, acompañados de sus profesoras, nos han contado todas las cosas que les gusta hacer: a Ramón le gusta cantar, por eso nunca se aburre; a Yomara no le gusta leer, pero sin embargo le encanta que le cuenten historias, con cuento y sin cuento. Nos hemos reído muchísimo con
Cuidado con la rana, el álbum de William Bee, ed. Juventud.
Y por último, las niñas y los niños de 2º ciclo, han descubierto en qué se parece un gato a un elefante a través
este libro. Pero lo mejor ha sido cuando hemos curado un libro enfermo que nos pedía socorro desde una estantería olvidada, nada más y nada menos que
Rosa caramelo, la historia de Adela Turín ilustrada por Nella Bosnia. A lo mejor no la encuentras en una librería, pero seguro que en la estantería más recóndita de la biblioteca sí.
Mañana Diana conocerá a los chavales del 3º ciclo, ¿tendrán muchas cosas que contar?
Así que esto pinta bien. Habrá días difíciles, seguro, pero la oportunidad de trabajar con cuatro grupos tan especiales de manera estable en la biblioteca de su colegio no se presenta todos los días. Nos reuniremos periódicamente con sus profesoras para charlar sobre la marcha de nuestros encuentro y, si todo marcha como está previsto, ¡tomaremos café gitano con las familias!
Estamos muy contentas.
En la foto aparecen algunas niñas del colegio celebrando el día del pueblo gitano. Este año, nos apuntamos a la fiesta.
Del calendario van cayendo hojas de manera inexorable, y nosotras seguimos fieles a nuestro silogismo: si todos los días son el día de algo, y todos los libros hablan de algo, todos los días son el día del libro.
