Con la ayuda de Diana fabricamos una luna de cuento.
Esa noche, antes de irnos a dormir, todos soñamos con las estrellas. Y a la mañana siguiente al volver al cole, nos encontramos una luna grande, redonda y brillante que iluminaba nuestra clase.
Mientras tanto, Isabel les contaba a los más mayores cosas sobre Andersen y tiraba del hilo para comprobar que todos crecimos con sus cuentos.
Los chavales de la ESO también tuvieron lo suyo: una peculiar astrónoma les visitó para hacer un recorrido por las estrellas, la mitología y el arte.
Un par de jornadas muy intensas. Ahora, un poco de tranquilidad en la charca para seguir leyendo y chapotenado.
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